miércoles, 22 de octubre de 2014

La Henna


Ilustración 1. Tatuajes con Henna
 La henna, cuyo nombre varía dependiendo del país en que se use, (henna en árabe, mehndi en hindú, o alheña en castellano) es un tinte natural de color rojizo que se emplea para el cabello y que además se usa en una técnica de coloración de la piel, llamada Mehandi. Se prepara con la hoja y el pecíolo de una planta conocida como Lawsonia Inermis, cuyas hojas se secan y trituran hasta convertirlas en un fino polvo. Este tinte es de uso común en India, Pakistán, Irán, Yemen, Oriente Medio y África del norte.

La Henna es el cosmético más utilizado en la historia, sus propiedades ya habían sido descubiertas en la más remota antigüedad. En China, las damas de la Corte se teñían las uñas con Henna; algunas partes de la Biblia la mencionan; incluso la momia de Ramsés II tiene restos de su aplicación en el cabello. El principal uso de la henna es el de tinte natural, con un fuerte color marrón anaranjado que tiñe del mismo color. Cuanto más fresco sea el polvo de henna, más intenso será su tono y más duradero su efecto. Aunque se utilice el término “tatuajes de henna”, estos no son tatuajes reales, ya que se sólo colorean las capas superficiales de la piel, por lo que la coloración no es permanente.

Ilustración 2. Decoración corporal
A la henna se le han atribuido propiedades curativas y mágicas, llegando a considerarse en algunas culturas como un elemento sagrado. Tiene un efecto refrescante sobre la piel; si se aplica sobre el cabello, reducirá el nivel de grasa y hará que éste sea más fuerte. También se cree, que puede curar enfermedades de la piel, contusiones, dolor de garganta y de cabeza.

Los tatuajes son tan antiguos como la humanidad misma, de carácter ritual, étnico y religioso, así como de pertenencia a tribus o clanes. Su uso comprende parte indispensable de fiestas y ceremonias en todo Oriente. Utilizado en ritos de belleza, representa la celebración de la vida y la alegría.

Ilustración 3. Novia tatuada con Henna
Una parte importante de las ceremonias nupciales islámicas, hindúes y judías sefardíes, es la decoración con henna de las manos y pies de la novia. En Marruecos, (donde este tipo de celebraciones dura tres días), la primera noche corresponde a la fiesta en que se realiza el ritual, en donde la novia se reúne en casa con sus amigas para charlar y bailar, mientras que una tatuadora de henna realiza el arte. Aunque normalmente la decoración con henna está reservada a la novia, en algunas regiones de la India también se decoran las manos del novio, con motivos reservados exclusivamente para los hombres.

Los diseños varían mucho de una cultura a otra, en los países árabes, donde predomina la comunidad musulmana, se evita incluir figuras de animales y personas, limitándose sólo a diseños florales y geométricos.

Dato curioso: la costumbre del Menhdi comenzó como respuesta a la necesidad de refrescarse del calor tan agobiante característico del desierto. Una de las propiedades de la planta de henna es su habilidad de bajar la temperatura del cuerpo humano.

Ilustración 4. Punto con Henna en las 
  palmas de las manos
Cuando Los habitantes del desierto de Rajasthan, Punjab y Gujarat se dieron cuenta de las cualidades refrescantes de la henna, metieron sus manos y pies en un barro o pasta hecha con las hojas machacadas de la planta, fue allí cuando se dieron cuenta de que una vez removido el barro, si el color permanecía visible en la piel, la temperatura de sus cuerpos se mantenía baja.

Con el tiempo, algunas mujeres se cansaron de tener las palmas de las manos rojas brillantes (producto de la coloración del henna) y se dieron cuenta de que si sólo pintaban un punto grande en el centro de la palma de la mano, aún tenía el mismo efecto, además de ser más agradable a la vista. Posteriormente fueron agregando puntos más pequeños alrededor del círculo central, lo que de forma gradual dio paso a la idea de crear directamente diseños artísticos.


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